Un regalo de Amor…

El Santo Francisco de Asís, viste su manto franciscano y con sus manos acaricia un pollito. Cuando le besa, todo entero lleno de gozo abre sus alitas, y al abrazarle, se encuentra con que sus alas son tan grandes como son las alas de un Ángel dorado.

Francisco, con Amor comprende que el pollito, que la hormiga, la flor, el pez y el lobo, que la gruta, el cristal y la espina, el peregrino, que la rosa es bendita, y que en cada manifestación de Vida, mora un regalo de Amor.

El Santo de Asís agradece mirar con el corazón y encontrarse con la esencia y ver mas allá de la apariencia, pues en el fondo de ese Ser, esta Jesús y un Gran Espíritu de la Creación…