Experimentándonos…

Recojo momentos y memorias que de una u otra forma hablan, aunque hayan sucedido en el ayer… Reviso cual si en la máquina del tiempo a cada paraje de mi vida y revivo pasos de azúcar y de sal. Hay risas que me expandieron hacia los universos, como lágrimas que hicieron ríos en los que navegué. Caídas, muchas y levantadas también. Chocolates y pasteles, juegos y pelotas. Miedos que me detuvieron; pausas que me congelaron e hicieron habitar estancias de castillos de hielo indiferentes a mi sentir.

Todo lo vivido era necesario para amarnos en el ahora, cada experiencia viva, negra o roja, luces y sombras, elecciones conscientes o no; absolutamente todo era un regalo de Amor para desapegarnos, y cuando aprendemos que todo lo ocurrido nos prepara para vivir el aquí, se empieza a abrir una puerta donde no habíamos entrado, porque aceptamos que los caminos recorridos son claves para dar estos pasos.

Aquí estamos ahora honrando a todo lo que hemos caminado, dejando que la Vida caiga en múltiples gotas sobre nuestra piel. Aceptando lo tomado o lo dejado, lo que ha sucedido de una o de otra forma, recogiendo con Amor a las culpas ilusorias que caen como latigazos porque al mirar entera nuestras vidas, cada partícula ha legado la posibilidad para integrarnos y Amarnos, sin hacer de nuestras vidas un rompecabezas desintegrado.

Recoger en Gratitud, humildad y honra a lo claroscuro, sin juzgar, nos abre la oportunidad para respirar sin bloqueos que atentan contra nuestra claridad y aunque hay dolores y despedidas verticalmente profundas, momentos de guerras internas, sombras, la Luz de la Gratitud ante todo, absolutamente, nos abre esta posibilidad de vivir ahora, sin el ayer, ni el mañana, esta joya preciada que es nuestra Vida.

Así, agradezcamos unidos a este instante donde inhalamos y exhalamos a la Vida que nos da este regalo para Ser lo que ahora elijamos…